Como ya hemos comentado en post anteriores, a día de hoy se busca estilísticamente lo minimalista: puertas lacadas en blanco con 4 rallas como elección más solicitada. Si bien es cierto que hay múltiples opciones decorativas que, con estos modelos tan "minimal", pueden ayudarte a dar un toque personal a tu puerta con estas tres denominaciones que os traemos en el post de hoy para vuestras puertas de interior.
Los plintos cumplen, fundamentalmente, una función decorativa, y se colocan siempre en la parte inferior de las puertas. Son el complemento de alma de madera maciza para la parte inferior de las molduras y sus esquinas superiores. Además, este plinto es adecuado para encontrarse con el rodapié por su grueso.
Hay una múltiple variedad de plintos y cada vez son más utilizados en las puertas de interior para dar una imagen más llena y compacta.
El rosetón, al igual que el plinto, sigue con la premisa decorativa como funcionalidad principal. Se colocan en las esquinas superiores de la moldura de la puerta. Las tenemos disponibles en lacados y en maderas macizas. Se recomienda sobre todo para puertas lisas, para darle ese toque personalizado y que no quede por ello sobrecargado en ningún caso.
Nos encontramos, por último, con la cornisa. Es, de los tres que componen este blog, la única que cumple una función más allá de lo decorativo, ya que sirve para tapar juntas o uniones. Aunque a efectos decorativos ensalza la parte superior o cabecera del tapajuntas de la puerta.
Como siempre os decimos en cada post, tenemos la experiencia más que dilatada para orientaros a la hora de darle un toque distintivo a vuestra puerta. No dudes en consultarnos, puedes contactarnos aquí.
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